El liderazgo efectivo comienza y termina con las personas
El liderazgo gira en torno a las personas, y las personas siempre van a ser complejas.
El liderazgo gira en torno a las personas, y las personas siempre van a ser complejas. Los enfoques con respecto al liderazgo, con énfasis en las personas, se centran en generar un ambiente positivo y en permitir una cultura coherente y resiliente. A medida que avanzamos hacia un futuro cada vez más interconectado y complejo, las organizaciones que no adoptan o no aprenden a aprovechar los comportamientos naturales de las personas pueden verse eclipsadas por una nueva clase de organización que sí lo hace. Entonces, ¿cómo cultivamos este tipo de ambiente y fomentamos acciones y hábitos fundamentales para la colaboración, la adaptabilidad y la innovación?
Las empresas funcionan mejor cuando los empleados tienen la libertad de aplicar su experiencia y sus perspectivas estratégicas para avanzar hacia los objetivos de la organización. Por ejemplo, consideremos a Southwest Airlines, que obtiene ingresos sustanciosos con regularidad, en parte, al facultar a sus empleados para que resuelvan problemas por su cuenta.
Sin embargo, muchos líderes aún luchan por implementar este tipo de estrategia de administración basada en la confianza y por dejar verdaderamente atrás el pensamiento arraigado de las generaciones pasadas. Estas generaciones rara vez hablaron de resultados específicos más allá de una tarea definida, y rara vez expusieron la forma en que estas tareas encajan entre sí para crear un servicio o un producto que se diferencie de los demás. Elimina la creatividad propia de cada individuo y, a veces, su inteligencia, para contribuir al resultado general. En consecuencia, muchos lugares de trabajo aún se ven afectados por el legado de estilos de liderazgo de mando y control desactualizados que dividen a los trabajadores entre los pensadores que toman las decisiones (gerentes) y los hacedores que las ejecutan (empleados).
Estos estilos tienden a producirse de forma natural porque se alinean con nuestras normas culturales (a menudo, respaldadas por los clichés de Hollywood) y requieren un menor esfuerzo cognitivo. Sin embargo, presentan serias limitaciones en un mundo en el que las economías, las tecnologías y las culturas cambian en apenas unos meses en lugar de en generaciones. Un mundo moderno y cambiante requiere prácticas de liderazgo modernas y cambiantes desarrolladas en torno a las personas, que siguen estando en el centro de cada problema, solución y oportunidad en su negocio.
Para dejar atrás las estrategias desactualizadas y adoptar un estilo de liderazgo más moderno, ese cambio debe comenzar desde adentro. En esta publicación, la primera de tres sobre cómo liderar en el mundo moderno, analizaremos algunos de los temas que se deben considerar al comenzar su recorrido hacia el crecimiento.
Defina cuál es el propósito del liderazgo para usted
Antes de definir un rumbo para convertirse en un mejor líder, debe decidir cuál es el propósito del liderazgo para usted. ¿Cuál considera que es su responsabilidad principal como gerente? Tal vez es asegurarse de que su equipo se atenga a las estrategias establecidas por el liderazgo corporativo, o dar instrucciones claras para que su equipo sepa exactamente qué medidas tomar.
Es probable que estos sean los dos arquetipos de liderazgo más comunes que he encontrado en la práctica a lo largo de mi carrera y, a menudo, se expresan en el mismo gerente. Si bien existe un momento y un lugar para ambos enfoques, el campo del liderazgo es mucho más diverso, y estos dos estilos se ven profundamente limitados por sí mismos. Uno se centra en obedecer o aplicar la doctrina de la empresa y el otro se centra en la microgestión. Ninguno de ellos plantea el "porqué" y ninguno de ellos respeta los elementos humanos del sistema.
Ya sea que aspire a ser un líder o que ya se encuentre liderando un equipo, es posible que ya haya sacado sus propias conclusiones con respecto al propósito del liderazgo. Pero creo que los líderes exitosos inspiran a aquellos a su cargo a hacer grandes cosas. Solo dar instrucciones o mantener a los miembros de su equipo "bajo control" no los ayudará a alcanzar su máximo potencial. De hecho, a excepción de circunstancias específicas en las que estos métodos siguen siendo relevantes, es probable que esto solo los reprima.
Por el contrario, debe trabajar con su equipo para que los miembros comprendan el propósito de su organización y los papeles que desempeñan en ella. Es por esto por lo que el propósito es tan importante para alcanzar un gran liderazgo. Cuando el propósito de un empleado no se encuentra en sintonía con el propósito de la organización, el resultado es disonancia y división. Cuando los propósitos están alineados, se obtienen sinergias y coherencia. Si se alienta a los empleados a evolucionar en el contexto de objetivos organizativos más amplios, muy pronto se suelen alcanzar resultados impresionantes.
No subestime el poder de las emociones
En puestos altamente especializados, como desarrollo e ingeniería de software, los conocimientos técnicos suelen considerarse los únicos factores determinantes a la hora de encontrar nuevos talentos de liderazgo. Esta es una visión unidimensional de un problema que tiene muchas facetas, y provoca que los empleados que no están capacitados para liderar sean ascendidos a puestos directivos.
En definitiva, usted como líder debe tratar con personas, seres humanos que tienen sus propias complejidades, idiosincrasias, fortalezas y debilidades. Aunque esto no significa que las habilidades técnicas no tengan valor para el liderazgo, la inteligencia social y la emocional son mucho más importantes. En la lista de 10 comportamientos de grandes gerentes identificados por el Project Oxygen de Google, las habilidades técnicas se clasifican en el octavo lugar.
Nunca subestime la responsabilidad y el poder de las emociones en el liderazgo. Daniel Goleman describe el "liderazgo primario" como la capacidad de "emocionar e inspirar". Estas palabras reflejan una conexión emocional que se suele evitar en los arquetipos de liderazgo "tradicionales". Y construir esa conexión es fundamental para un estilo de liderazgo moderno y flexible.
Aumente su autoconciencia
Para ser un líder emocionalmente inteligente, debe comprender sus fortalezas y debilidades, y debe rodearse de personas que las equilibren. También debe ser capaz de aceptar las críticas y de escuchar de manera objetiva a quienes discrepen de usted. Uno de mis mantras favoritos es “tómese las cosas en serio, pero no en forma personal". Es posible tener en cuenta comentarios difíciles sin dejar que desencadenen una actitud defensiva u otra respuesta precipitada.
Para desarrollar estas capacidades, el autoconocimiento es clave. Debe saber cuáles son sus vulnerabilidades y qué situaciones es probable que lo hagan sentir incómodo. Más allá de que pueda reflexionar sobre estas preguntas, pídale a un colega de confianza o a un mentor que le haga comentarios sinceros. Obtener su perspectiva puede revelar patrones que no haya visto o nuevas áreas en las que necesite trabajar.
Lo importante es nunca dejar de aprender. El campo del liderazgo es un conjunto con muchos matices, complejo y potencialmente infinito de conocimientos y descubrimientos. Los mejores líderes suelen dedicar más tiempo a hacer preguntas que a responderlas. Ya sea que esté aumentando su autoconciencia, conociendo a su equipo y sus necesidades, o aprendiendo sobre técnicas de administración, el proceso de aprendizaje, en especial, para el líder en crecimiento, nunca termina del todo. Esto incluye conocer el equilibrio de evaluar los resultados por sobre la administración de tareas. A medida que comience a desarrollar la confianza con su equipo (el tema de la siguiente entrada del blog de esta serie), mantener una actitud receptiva y la capacidad de aprender serán de especial importancia.